lunes, 7 de julio de 2014

"3, 2, 1... En Sevilla se rueda"

Fotografías #LaNuevaGeneraciónPerdida

INFORMA: Irene Rodríguez @Rguez_Irene

Tras semanas de especulaciones y rumores finalmente se ha confirmado el rodaje de algunas escenas de la quinta temporada de Juegos de Tronos en la ciudad de Sevilla.

La grabación programada para este año, pero aun sin fecha fijada, se llevará a cabo con la colaboración de la Andalucía Film Commission así como del Alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. "Para Sevilla va a ser una magnífica oportunidad. Se va a trasladar y proyectar la imagen de la ciudad al mundo entero" declaraba el alcalde.

Una de las ventajas que señalaba Zoido fue, que además de ser un puente para fomentar el turismo a la ciudad hispalense, la productora se ha comprometido a  fomentar la industria auxiliar y a generar puestos de trabajos. A través de Facebook, han difundido un correo electrónico en el que pueden apuntarse los interesados en participar al casting (castingjuegosdetrono@gmail.com).

Más de cien millones de euros, 4.000 contrataciones de figurantes y el incremento de un 30% del turismo a la ciudad son las cifras que se calculan que traerá el rodaje de la quinta temporada. A Sevilla se trasladarán 150 personas entre el equipo de rodaje y actores extranjeros, calculando alrededor de 5.000 pernoctaciones  en uno de los hoteles de la ciudad hispalense que será reservado durante casi todo el mes de octubre para los componentes de la grabación. Todo apunta a que el hotel elegido será el Meliá Lebreros.

Uno de los espacios que albergará la producción estadounidense será el Real Alcázar, lugar que también acogerá esta próxima primavera el rodaje de la segunda parte de "8 Apellidos Vascos". "Habrá secuela, porque es evidente que tiene que haberla, aunque todavía queda por concretar casi todo. Lo único que es seguro por ahora es que la habrá, que empezará a rodarse en primavera y que Sevilla estará en la película, porque el protagonista es sevillano y porque no hay una ciudad tan fotogénica como Sevilla”, comentó el responsable de Telecinco Cinema, Javier Ugarte.



Fotografías #LaNuevaGeneraciónPerdida 

Como era de esperar, los sevillanos no han tardado en reaccionar a través de las redes sociales comentando la gran oportunidad que se le presenta a la ciudad además del beneficio y rentabilidad mediante el turismo. "Dinero, dinero y publicidad", aunque otros eran algo más críticos y pedían que no se volvieran a cometer los gazapos que ha habido en otras películas como "Noche y día" de  Tom Cruise y Cameron Díaz en la que mostraban la celebración de los San Fermines por la Catedral.

Ya solo quedará esperar a que llegue el  momento en el que solo se escuche en Sevilla "3, 2, 1... grabando".

jueves, 3 de julio de 2014

Susana Herrera: “La muerte física no es estéril”.

Fotografía @jllpaneque

Susana Herrera Márquez es el positivismo hecho persona. Su fuerza vital hace difícil seguirla en sus quehaceres diarios que no son pocos. Las mañanas que no graba para el programa “Testigos Hoy” de Canal Sur Televisión se las pasa implicada en la difusión de la Obra Social de un hospital. Las tardes visiona y monta los vídeos del programa en los huecos que araña antes de ir al parque con sus hijos. Gran parte de su tiempo lo pasa implicada en presentaciones, charlas y demás actos a los que ha llegado sin pretenderlo.

Su vida es dinamismo. Nadie puede llegar a imaginar que tras su mirada transparente está la muerte de su primer hijo en un accidente de tráfico. Este hecho, lejos de hundirla y no permitir que resurgiera, fue el motor de creación de la activista que es hoy.

Susana Herrera es una abanderada de la donación de órganos ya que considera que a través de ella se generan muchas vidas con la muerte de la persona que nos deja. Es un momento complejo, el de tomar la decisión, pero el exteriorizar nuestros deseos en vida es un paso previo que ayuda al trance que pasan los familiares.

Susana es el misticismo, la generosidad, la solidaridad, el estar por los demás antes que el mirar hacia dentro. Susana transmite paz, alegría y compromiso. Susana da vida.

Fotografía @jllpaneque


¿Cómo se vive casi una década sin José Andrés?
Mentiría si dijese que llevo una década viviendo sin José Andrés. Lo cierto, y aunque resulte una respuesta de locos, llevo viviendo una década con él, aunque se marchara físicamente un día del calendario terrenal correspondiente a un viernes 21 de enero de 2005,  tras siete meses de su nacimiento.

Muchos al leerme dirán que no entienden nada, pero yo les explico muy fácilmente como lo he entendido yo:

José Andrés sufre un accidente de tráfico. Horas más tarde nos comunican su muerte cerebral y en ese instante solo pude pensar en que mi pequeño fuese oportunidad para la vida de alguien porque para mi hijo ya no la había, así que antes ni tan siquiera de respirar, pregunté si los órganos de José Andrés con tan solo 10 kilitos de peso y siete meses de edad podían servir para otro niño.


¿Qué significa para ti la donación de órganos?
La donación de órganos para mí es un hecho natural.  Si muero para qué sirven mis órganos sino para dar vida a otro.

Ojalá no existiera la peor pregunta en el peor momento de nuestra vida, es decir, que nadie nos tuviera que preguntar si queremos donar los órganos de nuestro ser querido en el momento que se nos va físicamente, porque en esos momentos el dolor nos bloquea y nos puede parecer una barbaridad que quieran su hígado, sus riñones, o su corazón…

Si todos tuviésemos claro el valor de la donación, y sobre todo, que una vez muertos nuestros órganos no sirven para nada, otro gallo cantaría, porque no se tendría que atravesar por ese indescriptible momento cuando te dicen:

¿Cuánto pesaba?, ¿Sufría alguna enfermedad de transmisión?...

Mi manera de vivir la vida, creo que ha sido la manera de sentir  la muerte de José Andrés, desde el convencimiento de que todos tenemos los días contados, con un billete de ida y otro de vuelta escrito en nuestro calendario personal.

Nadie muere para que otro viva, simplemente vivimos lo que tenemos que vivir, y cuando nos marchamos tenemos el privilegio de irnos dando vida…

Es el milagro de la vida después de la Vida, el milagro de la propia muerte…

¿Puede haber algo más hermoso?.

Yo también lo quiero así para mí, porque además quién me dice que aunque en esta ocasión como madre decidiera junto a mi marido por la vida de mi hijo, mañana no sea yo la que necesite un pulmón o un hígado, así que egoístamente apuesto por multiplicar la vida intentando contagiar a todos de que es importante donar, hoy por ti, mañana por mi.

Nadie se libra de la muerte, pero si podemos conseguir  librar a otros de ella,  o por lo menos, darles una mejor calidad de vida.



Fotografía @jllpaneque


¿De dónde sacas las fuerzas para tirar hacia delante?
Muchos dicen que cómo puedo sobrevivir a la muerte de mi hijo, o cómo puedo seguir sonriendo o levantándome cada mañana…

Otros  dicen que mi pequeño ni me ha importado ni me importa en absoluto.

Otros simplemente están convencidos de que perdí el juicio desde que murió.

Dónde está la respuesta exacta, ¿cuál es la verdad verdadera?, ¿quién la sabe si ni yo misma a veces, muchas veces, incluso me lo sigo preguntando después de diez años?

Sin embargo es muy curioso, porque todos saben qué contestar por mí, qué sentir por mí, qué decir ante lo sucedido explicándolo por sus propias bocas…

Ni giro la cabeza, ni me hago la tonta, simplemente callo y sigo mi camino.

¿Para qué explicar?, ¿Para qué decir?, ¿Para qué contar?, ¿Me van a devolver a mi pequeño José Andrés? ¿Van a hacer que vuelva a olerlo, estrujarlo sobre mi pecho, acariciarlo, comérmelo a besos? Si algo de esto me devolvieran sería la primera en aceptar todos estos comentarios y gestos desafortunados, pero sé que solo mi fuero interno puede devolverme, y con creces, su olor, su presencia y a la vez su ausencia física, en delicados gestos de amor inesperados que recibo “every day”  por otros que ni tan siquiera lo conocieron, o ni me conocen a mi.

Doy gracias porque mi desgracia se ha convertido en gracia de Dios para mi, para los que me rodean, y los que van llegando a mi vida.

Doy gracias porque su corta existencia significa décadas en otros que tal vez las viven sin vivir.

Doy mi vida por seguir estando viva tras su muerte física, y ahora solo siento paz, armonía, belleza, arcoíris, que se desvela cada amanecer al abrir mis ojos y sentir que sigo viva a pesar de todo. José Andrés llegó a mi vida haciéndome sentir que tocaba el cielo con la punta de mis dedos.

José Andrés arrancó mi corazón de cuajo cuando se marchó físicamente de nuestro lado, pero se permitió elegir a su madre y vivir en su sonrisa para ser luz para otros, y hacer renacer la propia vida de esta madre que escribe, descubriendo que su muerte física no es estéril y que solo el amor incondicional hace posible que siga viva sintiendo la vida.

No hay cosa más grande que el amor, ese amor que se da sin saber a quién pero que se te devuelve con creces y en el instante más insospechado. 

Solo el amor ha podido salvarme de su pérdida, porque lo sigo sintiendo más allá de lo cotidiano, más allá de la propia existencia y no me importa decir al mundo entero que lo he ganado 24 horas conmigo.

Después de José Andrés llegaron sus hermanos Álvaro y Gabriel, algo que jamás nos lo hubiésemos planteado mi marido y yo, si no hubiese sucedido lo de José Andrés. Pensábamos que con un hijo ya habíamos cumplido con la humanidad. Así que a él también le agradezco que hoy estén con nosotros, siendo Álvaro y Gabriel sus hermanos, pero por supuesto hijos no de reemplazo.

Así que las fuerzas salen solas, porque en el camino de lágrimas podemos encontrar muchos bálsamos que van cicatrizando las propias heridas, aunque el dolor duela, y siga siendo compañero de viaje a lo largo de mi existencia, porque nada ni nadie puede sentir nuestro dolor.

Creo que hay tantas maneras de vivir el dolor, como personas hay en el mundo, aunque existan maneras de entenderlo y estudiarlo, pero no hay iguales maneras de vivirlo, porque gracias a Dios, cada ser es único en el mundo, y en el dolor nada es comparable.

Fotografía @jllpaneque


¿Te ha ayudado el ser creyente?
¿Qué es ser creyente hoy, ayer y siempre? ¿Es tener un Dios a nuestra medida?, ¿Es tener a alguien  a quien sujetarnos cuando caemos al abismo?, ¿Es poder contar con una fuerza superior a la nuestra?

Tras tantos años siendo la presentadora del programa religioso ”Testigos Hoy” de Canal Sur TV, muchos me dijeron: ¿Y ahora vas a seguir creyendo en ese tu Dios? No podía contestar y ni tan siquiera pensarlo.

Crecí en una familia cristiana. Educada en colegio religioso, pero un día un arrebato me llevó a decir “Ni un cura, ni una monja más en mi vida” hasta que queriendo dedicarme a la televisión de repente apareció el sacerdote (Operario diocesano) José María Javierre, el director de mi programa de televisión.

Lo que me faltaba, yo en un programa religioso.

Con los años son muchas las cuestiones que voy descubriendo, y me identifico plenamente con lo que dice Steve Jobs cuando afirma que la vida son episodios aislados hasta que llega un momento que uno de ellos hace saltar la magia y da el verdadero sentido a tu vida entera.

Lo diré flojito, porque creo que en ese punto estoy, y consciente de saber que ninguno de los caminos que me ha tocado vivir los hubiese elegido yo,...  Empezando por ese programa religioso que tanto me ha enseñado. Luego casarme por la iglesia (nunca quise casarme, así que fue por la catedral), tener hijos ¿yo?...y la gota que ha colmado el vaso tras la experiencia de José Andrés, fue cuando hace un año se me pregunta si quiero llevar la Obra Social de los Hermanos de San Juan de Dios en la Provincia Bética ¿Cómo?... Después de mas de veinte años en medios de comunicación, ¿qué hacía yo en un hospital?.

El primer día que me senté en mi mesa, y tras haber conseguido la compatibilidad con Canal Sur Tv, empecé a llora. Entendí que haber aceptado este reto era el acertado, aunque otros no entendieran nada.

Llevaba 9 años hablando de sufrimiento en mis charlas, artículos, y cada vez que encartaba hablaba de la importancia de la humanización de la salud, de los gestos en el acompañar, porque a veces duele más la ausencia de los que están que la ausencia de los que se fueron. Tenía el privilegio de experimentarlo ahora con los Hermanos de San Juan de Dios, el sufrimiento en todas sus vertientes. Desde enfermos terminales, personas en riesgo de exclusión social, la discapacidad, los mayores. ¡No me podía estar pasando! Pero era la realidad que había elegido, y con la que hoy, aprendiendo cada día, intento lo que tantos años dije con mis palabras en tantas entrevistas y reportajes en el programa de televisión.  Ahora tenía la oportunidad de ponerlo en práctica y en primera persona, intentando aportar algo al mundo.

¿Puedo ser más feliz? Creo que no. Así que puede ser fe o no, de la buena o de la mala, no lo sé. Llamémoslo como cada uno quiera, pero por supuesto es todo lo que en cada día de mi existencia me han ido inculcando, empezando por mis padres y educadores. Intentar ser consecuente con lo que digo y hago. Intentar hacer de este mundo un poco más habitable aportando lo mejor de mí y aprendiendo cada día, porque muchas veces no lo consigo, pero vuelvo a intentarlo.

Experimento muchas veces la soledad de la solidaridad, porque no pueden seguir mi ritmo de locura, y a menudo se van retirando de tu lado. Pero me merece la pena cuando ves que en un momento de mucho dolor (físico o psíquico) alguien puede encontrar con mi esfuerzo un atisbo de esperanza, o cuando mis hijos al ver mi entorno me dicen: ¡Mamá que amigos más raros tienes, pero me gustan! (uno con discapacidad, el otro que no habla o no puede andar, o está empotrado en una cama…). Realidades de la vida misma que no estoy dispuesta a tapar, sino mostrar a mis pequeños para que aprendan a dar gracias y valorar lo que se tiene.

Estoy convencida que cada uno de nosotros tiene en su interior tanta fuerza que en momentos adversos salen a la luz, si les dejamos, y por supuesto somos nosotros mismos los sorprendidos, en la mayoría de los casos, porque no imaginamos lo que podemos soportar.

En mi caso, creo que jamás te planteas la muerte de un hijo, pero su aceptación ha hecho que siga caminando viendo el sol cada mañana, hasta que me reúna de nuevo con él.

Siento que la aceptación de las cosas es sobrevivir a la propia vida, y creo que ahí radica mi secreto. Tener fe en mi misma, descubrir que no somos toda la verdad, y que podemos aprender de todo lo que nos sucede sin revelarnos, porque las cosas son y no está en nuestra mano cambiarlas, pero si vivir con ellas y no perder energías en querer que sean diferentes.

Fotografía @jllpaneque


¿Dónde se agarra el que no tiene la religión como tabla salvavidas?
Respeto que cada uno tenga su propio salvavidas. Yo tengo el mío particular, acertado o no,  pero lo tengo.

Desde un primer momento quise pensar que José Andrés había venido a este mundo y que realizó cuanto vino a hacer.

Que no necesitó mas tiempo para completarse y marchó a su debido tiempo.

Para qué pensar que fue una desgracia,  que Dios me lo había arrebatado, o que la vida era injusta…Nada cambiaría la realidad.

A nivel personal nada podía hacerme sentir bien, salvo creer que había tenido el privilegio de verlo crecer en mis entrañas, que me hizo sentir plena y que ahora tocaba vivir cada uno su propio camino.

No me avergüenza decir que con él hice todo cuanto ser humano ha de realizar en este mundo:

Tuve un hijo, sembré un árbol y escribí un libro.

Es tan completo, que no puedo parar de dar gracias porque mi lista no son tres cosas, sino que se está convirtiendo en infinita.

Me ha hecho redescubrir el privilegio de la salud y de la vida, por si hasta entonces no me había enterado, vino a recordármelo.

Me ha hecho ser bandera del mundo de los trasplantes, dándome la oportunidad de ser voz de los sin voz, porque hasta ahora el donante de órganos acababa en una mesa de operaciones, enterrado y silenciado. Sin embargo he tenido la gran oportunidad de poder compartir mi dolor y decir al mundo que del donante no podemos hablar con pena, porque es el primer eslabón de la cadena, sin él no hay donación ni trasplantes, por tanto no es hablar de muerte, sino de VIDA con mayúsculas.

Ser madre de nuevo y poder experimentar ser diferente en todas las facetas, como hija distinta, compañera, amiga, hermana, vecina, …incluso mujer, ya nunca volvería a ser la misma después de esta experiencia.

Fotografía @jllpaneque


Exteriorizar los sentimientos puede ser la mejor de las terapias ¿Con “Lágrimas de Vida” haces tu exteriorización de sentimientos con el objeto de poder hacer tu duelo?
Creo que el dolor compartido es menos dolor, aunque a veces se nos tache de protagonistas, o de utilizarlo para estar en la palestra constantemente siendo titular de un artículo o voz en una entrevista. ¡Qué fuerte me parece!

Lágrimas de Vida ha sido un desnudar mi alma al mundo con mucho pudor y con la humildad de saber que no todos podrían comprenderme.

Un desnudar mi alma cada día desde que ese agosto de 2005 lo dedico a transcribir lo que no podía contar en voz alta y decido ponerlo sobre un papel de mi puño y letra, y posteriormente lo paso al ordenador con la ayuda de mi hermana Ana y mi amigo Santi.

Creo que ha sido lo mejor que pude hacer para transformar mis lágrimas en vida y para contar al mundo que mi locura no era otra sino la de seguir amando después de amar, y después de vivir muriendo con mi hijo, optando por seguir viviendo y volver a nacer.

Lágrimas de Vida no es hacer mi duelo, es hacer y forjar mi vida con eslabones que se van uniendo día tras día, y que siempre suman, nunca restan. Es volcar mi interior y así ser mi propio bálsamo para entender muchas cosas que a veces se nos escapan por no darles su tiempo y lugar, siendo tal vez la esencia de la vida, lo pequeño que engrandece la vida, y que está en el encanto de lo cotidiano.

La cadena Lágrimas de Vida es mi vida tras las lágrimas por la muerte de mi pequeño, pero un canto esperanzado a cada segundo que tengo el privilegio de vivir y compartir, para bien de otros, porque mi dolor es mío y eso no lo comparto, lo vivo compartiéndolo.


¿Qué nace de “Lágrimas de Vida”?
"Lágrimas de Vida” no es solo un libro en el que se expresa el dolor de una madre, que desde la fe y su manera de vivirla, es capaz de transformarlo en amor y solidaridad”.  “Lágrimas de Vida” fue mi gran terapia particular, y hoy es una puerta abierta a tanta y tanta gente que engrandece la vida en este camino de lágrimas.

“Lágrimas de vida” no es solo una canción de la compositora sevillana Melu Raigada, interpretada a dúo con Javier Ojeda, del mítico grupo malagueño Danza Invisible, que juntos dan voz a los que no la tienen, a esos donantes de órganos anónimos, aquellos que no se conocen pero tienen nombres y apellidos. Ni tampoco es solo una canción que expresa esperanza logrando transformar las lágrimas en vida a muchos enfermos que están en lista de espera.

“Lágrimas de vida” no es solo una marcha procesional dedicada a todos los donantes de órganos, compuesta por Benjamín Monje e interpretada por su Banda Veracruz de Utrera, que al pasear por las calles de nuestra Andalucía intenta ser transmisor de un mensaje, el mensaje de la importancia de ser donantes, y dar a conocer que tal vez mañana, nosotros necesitemos un hígado, un corazón o un riñón, porque nunca sabemos si podremos ser donantes o receptores.

“Lágrimas de Vida” no es solo un cirio que va en nuestros pasos de Semana Santa recordando por las calles de nuestros pueblos y ciudades la importancia que tiene una donación.

“Lágrimas de vida” no es más que una historia de amor, a las que se van uniendo unos y otros escribiendo en las páginas de la propia vida, para defender la vida después de la vida, tal y como lo hizo el primer donante de la Historia, Jesús, entregándonos la suya, sin fecha de caducidad, y sin ser anónimo.

Unirse a “Lágrimas de Vida”, supone apostar por la educación tanto en la muerte como en la vida. Supone la humanización de la salud y la humanización de la propia vida. Así que cada nueva Hermandad, cada nueva Cofradía, la Hospìtalidad Diocesana Sevilla-Lourdes, o en cada canción, cada marcha, cada calle o plaza, en cada uno de nosotros, somos un estandarte más en esta lucha por la solidaridad coloreando el mapa de los sueños para convertir en realidad este cometido que solo entre todos podemos conseguir

Fotografía @jllpaneque


Estás en varios proyectos, uno de ellos en la difusión de la Obra Social de San Juan de Dios ¿En qué consta tu trabajo? ¿Qué estás haciendo en la actualidad?
Mi trabajo en San Juan de Dios consiste en detectar necesidades para poder dar soluciones a nivel de la provincia Bética, que abarca desde Andalucía a las Islas y parte de Madrid.

Se intenta ser respuesta ante cualquier adversidad, pero corren malos tiempos para la lírica, y aún así la solidaridad sumada de todos es impresionante.

Son muchas las necesidades que se nos plantean, y muchas las respuestas que intentamos dar en el día a día, aunque a veces va mas allá que dar un plato de comida, o pagar un recibo de la luz, y buscan palear su soledad.  

Es complicado llegar a todo, así que aprovecho la oportunidad para que cualquier persona que pueda ofrecer su talento, su tiempo, su dinero o profesionalidad, no dude en unirse a nosotros o a quienes consideren, porque serán bien recibidos. Como dice un viejo proverbio hindú:  “Solos vamos más deprisa, pero juntos llegamos mas lejos”.


¿Quieres aportar algo más?
Sí. Libre somos, como libre es la vida que vivimos cada día. Salvo cuando la vida te sorprende y te atrapa, pero aún así seguimos siendo libres, por poder elegir seguir vivos viviendo.

He conocido a muchas personas desde que decidí compartir mis lágrimas, y entre ellas conocí a un padre que había perdido a su hijo Luis, se trata de  Andrés Olivares. Por él inventé un mundo nuevo, porque descubrí en su quehacer diario que otro mundo es posible. Ese que siempre soñé, lo ví hecho realidad en la cuarta planta de un hospital.

Descubrí como el amor sigue vivo y puede multiplicarse si se quiere, y así surge ese mundo  imaginario hecho realidad: “El país de Siempre Amar”.

Un universo donde los protagonistas somos personajes de un cuento, que juntos sumamos AMAR de manera incondicional.

Desde Peter Pan a Pepito Grillo, desde Campanilla a Coletas, desde ser Caballero a Woody, o Piolín con el Capitán Garfio…

Queremos sembrar esperanza, transformando el dolor en amor. El sufrimiento en caricia, una caricia de Dios. Queremos aunar sinergias, cantos, oraciones, manos, sonrisas, VIDA PARA LA VIDA…así que ¿qué personaje del cuento serás?

Aprendimos que el universo se te puede arrebatar en un suspiro, que no basta poseerlo todo, si ese todo se marcha sin avisar ni poderlo controlar. Dejamos de respirar y volvimos a nacer, después de morir tras la muerte física de nuestros hijos. No existen definiciones, ni aproximaciones ni nada para esta nada, que es nuestro todo y nuestro motor para seguir respirando cada amanecer.

Damos gracias a todos ellos que se fueron, a Luis, José Andrés, Manuel, Gonzalo, Teresa…que fueron nuestros maestros para crecer en el dolor, para atrevernos a darlo todo y ser hoy portadores de luz a otros.

Desnudé mi alma para hacer de mis lágrimas sonrisa al mundo,  cantando en sol, solfea o semicorchea,…creando una sinfonía insonora cuyo único lenguaje es el amor.

En este camino estamos, y ello supone un aire fresco dando peso al valor de la donación no sólo entre los trasplantados, sino también entre los familiares de los donantes, en la satisfacción de saber que tras una muerte puede haber vida, y una segunda oportunidad para muchos enfermos, siempre unido a los grandes profesionales de los trasplantes, que con su buen hacer tocan lo sagrado de la vida, realizando verdaderos milagros.

Este es el mapa del AMOR con mayúsculas sin límites de vida. Merece la pena experimentarlo.